"La llibertat no baixarà cap al poble, és el poble que ha de pujar cap a la llibertat" (Emma Goldman)

dijous, 10 d’octubre del 2019

Palma García: "Ni exàmens, ni càstigs".

La mestra premiada, Palma García.























(La mestra gaditana Palma García ha estat premiada per no sé qui, ni m'importa. Però m'ha semblat interessant algunes de les seves reflexions al voltant de l'educació, que en molts casos comparteixo. Entrevista publicada per La Vanguardia d'ahir dimecres).
 

Lleva 28 años en las aulas. Ahora, la Fundación Varkey la ha galardonado con el Global Teacher Award 2019, reconociéndola así como una de las tres mejores docentes de España de 2019, junto con el maestro del colegio de Infantil y Primaria San Sebastián de Albaida del Aljarafe (Sevilla), Xuxo Ruiz, y Miguel Ángel Querigua, de la Universidad de Burgos. Su nombre es Palma García Hormigo y da clases en el Colegio Puertoblanco de Algeciras (Cádiz).
Es maestra de Educación Infantil, hizo Magisterio de Inglés, es experta en Audición y Lenguaje y en STEAM (ciencias, tecnologías, ingenierías, arte y matemáticas), embajadora de la asociación de ciencias Scientix y miembro de Diverciencia. García no cree en los castigos ni en el “aprendizaje bulímico”. Duda de la eficacia del método Montessori, tan extendido en los últimos años, y defiende que la nota de corte de magisterio debería ser mucho más alta. Y no se imagina dedicándose a otra cosa.
¿Cómo recuerda su paso por la escuela?
Como algo muy divertido. Por eso quería ser maestra. Yo admiraba a la persona que me estaba tratando. Era un aprendizaje, pero alegre.
¿Recuerda a algún profesor en especial?
Admiraba mucho a mi profesora Isabel, que daba historia. Me encantaban sus clases.
¿Qué cualidades debe tener un buen docente?
Es fundamental transmitir alegría a estas edades. También la creatividad. Si no eres creativo cortas las alas a los niños y la paciencia… si eres vocacional ya sabes que tienes que ser paciente. Vas a trabajar con niños pequeños. 
¿Cuál es su metodología para impartir clase?
Mi metodología es muy activa. Al año hago cinco o seis cursos de reciclaje. Estudio mucho las nuevas metodologías y las aplico mediante actividades cortas y divertidas, y cambiar constantemente, e intentar llegar al aprendizaje. Ahora hemos estado durante meses trabajando efectos ópticos. Al final un niño me dijo: “Seño, yo pienso que lo que vemos no es verdad. Que nuestros ojos engañan a nuestro cerebro”. Pues este niño ha aprendido.
¿Qué falla en el sistema educativo español?
Es necesario que la Facultad de Ciencias de la Educación exija una nota alta. Es necesario que la persona que quiera optar por magisterio destaque en algo, que conozca algún idioma, como hacen en otros países. Y también que haya un seguimiento del profesorado. Necesitamos profesionales muy formados, medios y materiales. La ratio es muy alta: 1-15 sería ideal. También hay que replantear el sistema con los alumnos con necesidades especiales, que deberían tener un profesor para cada uno de ellos.
¿Cree que está bien valorada su profesión?
Necesitamos una categoría. Socialmente no la tenemos. Todo el mundo sabe de magisterio. Hay padres que saben más que nosotros, hay alumnos que creen que son nosotros. No se nos trata con respeto y eso es lo que falta. 
¿Qué papel juegan los padres de los alumnos en su trabajo?
Tiro mucho de ellos. Los implico mucho en nuestros proyectos. Me gusta mucho hacer actividades fuera y la colaboración de los padres es primordial. Nosotros enseñamos, pero los que educan son los padres.
¿Cree en los exámenes?
No. Rotundamente no. Un examen no valora a un niño en absoluto. Valora una formación continua. En infantil hacemos una evaluación continua, no solo en el aula, también en el recreo.
¿Ha tirado la toalla alguna vez con un alumno?
Nunca. Soy muy cabezota. Yo como vea un niño con dificultades, estoy detrás de él. Si he visto que en infantil no ha salido he seguido preguntando a primaria. Además nunca puedes dar a un niño por perdido. Todos los alumnos suponen un reto. El espabilado porque necesita más para que no se aburra, el callado porque pasa desapercibido, el movido porque molesta a los demás. Tienes que trabajar la individualidad. A veces los fracasos escolares corresponden al aburrimiento que tienen.
¿Si un estudiante suspende, es un fracaso suyo o del maestro?
Hay estudiantes que no están nada motivados, y también depende de la capacidad de cada uno. Muchas veces los profesores se estancan en un solo método. Nos empeñamos en una metodología que no funciona en algunos niños, y provocamos un fracaso escolar. Hay que reciclarse.
¿Qué le diría a los que se escudan en el “estudiar no es lo mío”?
Estoy en contra del aprendizaje bulímico, del “me lo estudio todo, lo vomito en el examen y se acabó el conocimiento”. Uso el razonamiento. “Te doy dos palos. Hazme una casa. Usa tu cabeza. Y si se cae, te doy tres palos”. Lo que vamos a estudiar da igual, está todo en Google. ¿Cuántas veces hemos utilizado el máximo común múltiplo? Yo en mi vida. Pero usa tu cabeza, idiomas. Muévete. Haz música. Usa la creatividad. Ve con otros ojos, huele de otra forma. 
¿Cree en los castigos?
No le veo el sentido. Soy anticastigos. El maestro se queda tranquilo, pero no modifica la conducta del alumno disruptivo. Eso es algo que se debe hacer mediante un trabajo diario, con técnicas que refuercen las conductas positivas. 
¿Cuánto debería cobrar un profesor?
Un profesor cobra poquísimo. Compañeras que se han ido a trabajar fuera cobran el doble que nosotros. Tenemos en nuestras manos el futuro de las personas. Este trabajo no está reconocido ni social ni económicamente. Si no es vocacional no tiene sentido. Ya sabemos que si trabajamos de maestros no nos haremos ricos. Pero compensa. ¿En qué trabajo llegas y te abrazan veinte personas? ¡En ninguno!
¿Nunca se ha planteado hacer oposiciones?
Cuando terminé en Sevilla me presenté a las oposiciones y no las aprobé. Al venir a Algeciras eché un par de currículums y enseguida me llamaron. Ya había hecho varios cursos. Pero el Colegio de Puertoblanco tenia claro que era el centro donde mis hijos iban a estudiar, trabajara ahí o no. Y fue así.
La filosofía Montessori defiende un aprendizaje basado en la libertad con límites, entre otras cosas. ¿Qué opina de este método?
Hay muchos colegios que ahora son Montessori y que defienden que el alumno vaya a su aire. Pero María Montessori no decía eso. A ello hay que sumarle que era del 1800, y que la metodología avanza y los niños de entonces nada tienen que ver con los de ahora. Hay que poner las metodologías en duda, al menos en infantil. Nosotros podemos aspirar a la metodología que queramos. A mí me gusta el Project Base Learning, un aprendizaje basado en proyectos y en la evaluación continua. Está relacionado con el Bachillerato Internacional.
España es uno de los países europeos donde los niños pasan más horas en la escuela. ¿Lo reduciría?
Hay niños que no quieren ir a la escuela. A mis alumnos, los padres los traen el fin de semana para que vean que está cerrada. Tienes que tener unas clases divertidas. Si esas horas que pasan en el colegio están bien aprovechadas y hay un aprendizaje efectivo, no considero sean muchas horas.
¿Qué consejo daría a los estudiantes que se plantean dedicarse a esta profesión?
Que sepan lo que es la realidad del alumno. Que tengan claro que van a trabajar y que van a sacar adelante a los niños, y que no elijan esta profesión porque sea la carrera para la que necesitan menos nota, porque después van trabajar toda su vida en eso. Yo siempre le dije a mis hijos: “Elegid bien la carrera, porque puede ser para el resto de vuestra vida y como no os guste…”
¿Estudiaron magisterio?
No. Los dos tiraron por la ingeniería. Todos los domingos sacábamos los guantes y hacíamos experimentos para ver si eran efectivos y así hacerlos con mis alumnos. ¡Les gustó tanto que se han metido a ingenieros!
¿Se imagina dedicándose a otra profesión?
Yo nací para ser maestra. Me aburriría tremendamente dedicándome a otra cosa.

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